miércoles, 18 de abril de 2012

Impulsivamente razonado


¿Porqué esperar a que algo extraordinario suceda en tu vida para tomar una de cisión importante? ¿Qué pasaría si te preparas para ser impulsivo? Si, se que puede escucharse paradójico, la impulsividad no tiene nada de planeado o de estructurado, se da y ya, y por definición es algo que uno no controla. Pero ¿qué pasaría si nos pudiéramos preparar para ser impulsivos o mejor dicho, espontáneos?

No para todo el mundo es algo sencillo, solemos estar llenos de miedo e inquietudes que nos impiden salirnos de la rutina, uno de mis miedos más terribles, es tener que salirme de mi plan de vida. Para mí por ejemplo, el pensar en terminar la carrera profesional era algo que me llenaba de pánico, ya que llegaba el momento en el que la estructura de vida a la que me había apegado desde mi primer día en la guardería, se terminaba; todo ese tiempo yo había ido pasando de un grado escolar a otro sin conflicto, hasta que llegó el momento en el que me tuve que plantear un nuevo proyecto de vida.

Me he enfrentado a diversas situaciones por diferentes motivos, en las que he tenido que tomar decisiones inmediatas y me ha sido muy complicado, no estoy acostumbrada a hacer las cosas de manera impulsiva y sin pensarlo antes dos millones y media de veces.

Ustedes se preguntarán, a que viene todo esto. Sólo unos cuantos días antes de la Semana Santa, me enteré que si tendría vacaciones, por lo que obviamente no tenía plan alguno, al saber tan increíble noticia, pensé que entonces tendría mucho tiempo para arreglar mi cuarto, mi consultorio y para ir diario al gimnasio. El plan estaba hecho, eso haría yo en mis vacaciones (y fiestear un poco con los amigos claro).

Cuando anuncié la enorme noticia a mi familia, mi hermano dijo: “mejor acompáñame a mí y a mi novia a Mérida”, mi primer pensamiento fue: “pero si yo ya tengo un plan, no es maravilloso pero es MI plan”, después pensé “estaría de pelos irme de vacaciones, a la playita, road trip etc” y después mi mente me dijo: “no niña, no lo tienes planeado, no está dentro de tus planes económicos ni laborales”, en fin, en milésimas de segundos, todo esto y más pasó por mi mente, hasta que una sensación proveniente del estómago, que pasó por mi corazón y que llegó directamente a mi boca sin pasar por el cerebro, me hizo decir: “¡VA, LE ENTRO!” 

Y ha sido una de las mejores experiencias que he vivido hasta ahora, disfrute tanto este viaje no planeado, lleno de aventuras y de experiencias increíbles. Tuve la oportunidad de vencer uno de mis mas grandes miedos, que era nadar con peces (aún les tengo respeto pero vamos paso a pasito), vencí la angustia de no tener una reservación previa y de irme a la aventura, conocí gente muy divertida con mucho que aportar, aprendí de geografía de México todo lo que en años de primaria y secundaría no había logrado retener, y llené mis ojos de los escenarios más hermosos de mi amado país.

Pero creo que lo más importante de todo, es que aprendí, que no todo en esta vida tiene por qué estar planeado o razonado, a veces una corazonada es mejor que mil horas de rodeos y razonamiento, sigue tus instintos de vez en cuando, pero… DE VEZ EN CUANDO!!!!

Esta misma necesidad mía de tenerlo todo planeado, me ayudó a que ésta aventura fuera tan maravillosa, ahora les explico por qué:

1.    Mi obsesión por no fallar nunca en mi trabajo, me ayudó a poder pedir un día más de vacaciones sin que me pusieran pero alguno.

2.    Mi manera precavida de ahorrar, hizo que tuviera los medios económicos para aportar al viaje

3.    Generalmente tengo la odiosa costumbre de querer llevar siempre la fiesta en paz (GENERALMENTE), lo que me ha ayudado a ser una persona bastante tolerante y adaptable.

Así que piensa que tanto quieres aventurarte en la vida y de cuantas cosas quieres quedarte con las ganas. Vence tus miedos, aunque sea poco a poquito.
Martha G.
Síguenos en @expresartemujer y visita nuestra página de facebook www.facebook.com/expresartemujer

2 comentarios:

Elena dijo...

Me encantó tu post! Mi vida siempre a estado llena de ese temor al no saber que hacer cuando algo no está planeado. Poco a poco me he cedido a la seguridad que me la planeación. Desde que me mudé a EUA he tenido que dar muchos saltos que no quería dar, a ser un poco más espontánea y dejarme llevar. Yo sé que todavía me falta mucho pero tengo a mi amoroso esposito que me tiene toda la paciencia del mundo y siempre me está impulsando y diciéndome que me puedo perder de muchas experiencias, con solo intentarlo puede ser posible.
Gracias por este lindo post que me deja saber que es algo común pero tiene solución.

Elena

Martha G. dijo...

Y la sensación de darte cuenta que venciste un miedo y ganaste una experiencia maravillosa, definitivamente no tiene precio!!! te mando un beso!!